La diferencia salarial entre ambos sexos en la atención sanitaria se ha reducido, pero aún existe.

Los investigadores señalan que persiste la diferencia salarial entre hombres y mujeres en todos los sectores de la atención sanitaria, incluidos los puestos de nivel de entrada.

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Sigue existiendo una diferencia salarial entre hombres y mujeres en el sector sanitario (y en la fuerza laboral en general). Según el Instituto de Política Económica [Economic Policy Institute en inglés], la diferencia salarial en Estados Unidos en general era del 21.8 % en 2023, lo que apenas ha cambiado en décadas. En todo el mundo, las mujeres se enfrentan a una diferencia salarial del 24 % en el sector sanitario, según la Organización Mundial de la Salud.  

Hasta ahora, la mayor parte de esta investigación se ha centrado en los niveles más altos de la medicina: puestos que requieren un doctorado o un título de enfermería. 

Sin embargo, apenas se han estudiado las diferencias salariales entre hombres y mujeres en campos de la sanidad que no requieren un doctorado, señala Bianca Frogner, directora del Centro de Estudios del Personal Sanitario de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington. 

O cómo eliminar estas diferencias. 

En un artículo publicado en Health Affairs Scholar, Frogner y sus colegas descubrieron que la diferencia salarial persiste y que se está haciendo poco para resolverla, dijo ella.  

Los investigadores examinaron los datos salariales del Suplemento Social y Económico Anual de la Encuesta de Población Actual [ Annual Social and Economic Supplement of the Current Population Survey, en inglés] recogidos entre 2003 y 2021, para ver cómo ha cambiado la diferencia salarial de género en diversos campos de la atención sanitaria en las últimas dos décadas. Los resultados son positivos en cuanto a la representación por sexos. 

Las mujeres aumentaron un 8% en puestos sanitarios que requieren un máster, y un 42% en puestos de nivel doctorado/profesional. Sin embargo, en el nivel de licenciatura, el crecimiento se estancó, sin cambios desde 2003. En conjunto, las mujeres representan el 50% de los empleados en puestos que requieren un doctorado, frente al 35% de hace dos décadas, según el informe. 

Aunque estos aumentos de la representación son alentadores, las cifras de la diferencia salarial no lo son, según Frogner.  La diferencia salarial ajustada entre mujeres y hombres es del 61%, la mayor entre los trabajadores de los ámbitos sanitarios de alto nivel educativo, como los médicos y otros profesionales avanzados.  

En 2021, la diferencia salarial entre hombres y mujeres era menor entre los trabajadores con un título universitario (88%), seguidos de los que tenían un título de grado medio (82%), algunos estudios universitarios (77%), un máster (77%), un título de bachillerato (72%), menos de bachillerato (71%) y un título de escuela profesional o doctorado (61%). 

La diferencia salarial entre hombres y mujeres se ha estancado o ha aumentado en algunas ocupaciones de menor nivel educativo en las que ha aumentado el porcentaje de hombres en la población activa. En estos ámbitos, señaló Frogner, los hombres suelen ascender a puestos directivos por encima de las mujeres, que componen una mayor parte de la fuerza laboral. 

Para las personas de color que trabajan en el campo de la atención médica, la diferencia es peor, según el informe. 

Las mujeres hispanas ganan sólo 57 centavos por dólar y las mujeres negras ganan 64 centavos por cada dólar que ganan los hombres blancos no hispanos.  

Una de las soluciones al problema es formar a las mujeres para que ocupen más puestos de liderazgo, aunque sea en puestos de nivel de entrada, señaló Frogner. 

"Tenemos que ayudar a las mujeres que tienen empleos mal remunerados a encontrar más oportunidades de liderazgo, si no a través de la educación, ampliando sus funciones de liderazgo", dijo.  

Para las médicas, la diferencia salarial puede empezar con la contratación, pero se agrava cuando las mujeres pasan más tiempo con sus pacientes que los médicos, y por el salario medio que reciben, señaló Frogner. 

Además, según Frogner, no basta con contratar a mujeres para estos puestos. Hay que tener en cuenta factores para retenerlas: no sólo la igualdad salarial, sino también las prestaciones sanitarias, las guarderías, las opciones de transporte y los horarios flexibles. 

"Tenemos que hacer más atractivos los puestos de trabajo en el sector sanitario, sobre todo para las mujeres que hayan quedado marginadas durante la pandemia", afirmó. "No está de más que haya más mujeres líderes en el sector sanitario. Desde luego, no tenemos suficientes". 

"Sabemos que más mujeres que hombres abandonaron sus trabajos en la atención sanitaria durante la pandemia", dijo. "Queremos saber quiénes vuelven". 

La Escuela de Salud Pública [School of Public Health, en inglés] de la Universidad de Minnesota colaboró con el equipo de Frogner en este estudio.  

Para más información, lea esta versión en inglés del comunicado de prensa.

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